- Arte, cultura y olfato se fusionan en un singular programa de actividades en los que la Academia del Perfume y Fundación Ernesto Ventós han trabajado conjuntamente con el festival cultural Veranos de la Villa.
- Veranos de la Villa cuenta desde ayer con un perfume propio, inspirado en el registro de notas olfativas históricas de la Villa de Madrid. Este perfume de ambiente recibe a los visitantes de la exposición “En el compás del Verano” en el Espacio Cultural Serrería Belga, del 10 de julio al 3 de agosto.
- Las notas olfativas que componen el perfume se podrán oler de forma independiente en un recorrido olfativo por lugares emblemáticos de Madrid: limón, violeta, rosa, clavel, chocolate, cuero, así como madera de pino, como tributo a los escenarios de los artistas de este festival cultural.
- El programa se completa con cuatro talleres olfativos “¿A qué huele Madrid?” impartidos por la Academia del Perfume en los que se catará cada una de las notas del perfume, que ha sido creado por la Asesoría Olfativa de Fundación Ernesto Ventós junto con los perfumistas de Lucta.

Los Veranos de la Villa despliegan cada año un festival cultural en Madrid, una fiesta vibrante que reúne a artistas nacionales e internacionales de gran calidad con una oferta cultural pensada para todas las edades y gustos. Su variada programación incluye espectáculos, conciertos y diferentes actividades como flamenco, pop, ópera, copla, pasacalles, diálogos humorísticos, chotis, circo, exposiciones, cine al aire libre, espectáculos infantiles, talleres y teatro.
En esta edición 2025 destaca de forma especial la sensorialidad olfativa, proponiendo todo un programa de actividades culturales en torno al olfato, el arte y el perfume en una iniciativa en colaboración con la Academia del Perfume y Fundación Ernesto Ventós, bajo el nombre “En el compás del Verano. Percepciones olfativas de la Villa de Madrid”.

La singular iniciativa “En el compás del Verano” reúne desde una exposición de arte –con una selección de 52 obras de las colecciones olorVISUAL y NASEVO de Ernesto Ventós–, un recorrido olfativo por lugares emblemáticos de la Villa de Madrid a talleres olfativos y la creación de un perfume que encapsula las esencias más icónicas de la historia de Madrid y que recibirá al visitante en la exposición en la Serrería Belga, culminando con una ruta olfativa donde los visitantes podrán oler cada una de las notas olfativas del perfume de Veranos de la Villa.
Exposición
La exposición “En el compás del Verano” estará abierta del 10 de julio al 3 de agosto de 2025 en Espacio cultural Serrería Belga.
Perfumista, coleccionista… artista sordo y Académico del Perfume, Ernesto Ventós legó mediante su fundación una importante colección de obras plásticas identificadas plenamente por él con determinadas esencias. En la Exposición En el compás del verano, se propone un recorrido por Madrid a través del sentido más invisible y, sin embargo, más evocador: el olfato.
A partir de una selección de obras de la colección olor VISUAL, la muestra establece un diálogo entre arte contemporáneo y la lectura olfativa sobre la ciudad. Notas como el limón, los acordes florales, el chocolate o el cuero se convierten en punto de partida para repensar las múltiples identidades de Madrid desde una perspectiva sensorial, con cuatro territorios olfativos definidos.

La propuesta culmina con la presentación de NASEVO, el alter ego artístico de Ernesto Ventós. Bajo la poderosa declaración «Quiero oler», Ventós nos interpela para redescubrir el sentido del olfato no solo como vía sensorial, sino como una forma profunda de conocimiento, memoria y emoción. A través de la perfumería, reivindica una herramienta creativa capaz de expandir los límites de la imaginación y el lenguaje artístico. Esta invitación sensorial se transforma en una pausa consciente, un alto en el ritmo cotidiano para respirar con intensidad, abrir los sentidos y volver a interpretar el mundo —no solo con la mirada, sino con el cuerpo entero despierto— en el compás del verano.
Serrería Belga recibirá al visitante con el perfume que se ha creado para Veranos de la Villa, culminación del recorrido olfativo. A continuación, la exposición conecta piezas de artistas contemporáneos con las creaciones del propio Ventós bajo su alter ego NASEVO, en las que el lenguaje de la perfumería —familias olfativas, pirámide olfativa, sinfonías de notas— encuentra correspondencias visuales. Así, el arte y el olor se entrelazan para ofrecer una experiencia accesible, didáctica y multisensorial que reivindica el olfato como herramienta cultural y vehículo de memoria. El perfume ha sido creado por el equipo de Fundación Ernesto Ventós junto con los perfumistas de Lucta.
Ruta olfativa por Madrid
Se ha creado un recorrido olfativo por espacios emblemáticos de Madrid que se relacionan con las diferentes notas olfativas de la ciudad, finalizando en Serrería Belga, que recibe al visitante con su perfume de ambiente

1.- VIOLETA. CENTROCENTRO, Palacio de Cibeles Aroma de flor y leyenda
En el emblemático edificio del Palacio de Cibeles —durante décadas conocido como “la Catedral de las Comunicaciones”— el espacio CentroCentro representa la unión cultural de la tradición y la modernidad. Bajo la atenta mirada de la Cibeles, donde confluyen arte, historia y vida urbana, este enclave monumental se convierte hoy en escenario de un aroma delicado y nostálgico: el de la violeta. Asociado a las violeteras ambulantes y a los tradicionales caramelos de violeta, este perfume evoca una elegancia castiza y cotidiana. Estos caramelos aún se encuentran en la histórica tienda La Violeta, en la Plaza de Canalejas.
La violeta es una nota dulce, suave y persistente. Su fragancia acompaña la experiencia cultural con una dimensión sensorial íntima y emocional, conectando el presente con la memoria más dulce y popular de Madrid.
2.-CHOCOLATE. Plaza Mayor. Casa de la Panadería Un aroma con historia
En pleno centro de Madrid, la Casa de la Panadería —construida en 1590 como sede del gremio de panaderos— ha sido durante siglos un emblema de la vida pública madrileña, hoy, sus muros acogen parte de la historia de Madrid. Desde sus balcones se ha contemplado el devenir de la ciudad y un perfume muy especial: el del chocolate. Introducido en España en el siglo XVI tras la llegada del cacao desde América, el chocolate pronto se convirtió en un símbolo de celebración y disfrute. En Madrid, la tradición del chocolate con churros forma parte del alma del centro histórico, con chocolaterías como la centenaria San Ginés.
El chocolate es una nota de fondo cálida y envolvente. Su aroma profundo y ligeramente amargo evoca placer, cobijo y memoria, dejando una estela reconfortante y duradera que conecta el presente con la esencia más dulce y popular de Madrid.
3.- LIMÓN. Instituto San Isidro Olor de frescura y festividad
En el Madrid más castizo, el Instituto de San Isidro es uno de los centros educativos más antiguos de la ciudad. Entre sus patios y pasillos resuena aún la historia de generaciones de madrileños, y ahora también flota en el aire una fragancia vibrante: la del limón. Asociado a las verbenas y fiestas populares, el limón es el aroma por excelencia de San Isidro, patrón de Madrid. En mayo, la ciudad se llena de limonada y rosquillas, y este cítrico alegre y chispeante despierta recuerdos compartidos de celebración, luz y tradición. Refrescante y ácido, el limón actúa como una nota de salida que sacude los sentidos y evoca la vitalidad del Madrid más enérgico y popular.
4.- CLAVEL. Plaza de Oriente. Punto información turística Un rojo, rojo clavel
En un lugar simbólico de la Villa de Madrid como el propio clavel, junto al Palacio Real podemos visitar las Vistillas y su celebérrima verbena. Sus chulapas lo lucieron prendidos en el pelo y bordados en sus mantones; ellos, lo lucían en el ojal. Del Palacio de Oriente iniciará su pasacalle la banda de música de Carlet (Valencia), donde hace 100 años se estrenó el más famoso de los pasodobles españoles: “Amparito Roca” y que en esta edición nos trae al festival. Además, el clavel tiene su propio lenguaje simbólico castizo
Perfume de claveles para un pasodoble centenario, perfume de los claveles que lució la Infanta Isabel La Chata, el perfume que emanaba de los miles de claveles que le echaban a la Reina Mercedes en su última despedida… Los “Claveles pa la Cibeles”.
5.-ROSAS. Parque de La Bombilla Un aroma que florece
Creado a principios del siglo XX como espacio de recreo, el Parque de la Bombilla es hoy un oasis de naturaleza y memoria en plena ciudad. Sus jardines y caminos guardan historias de encuentros y celebraciones, donde ahora se manifiestan en una nota olfativa delicada y evocadora como la de la rosa. La misma “Rosa de Madrid” del célebre Chotis. Estas flores forman parte de las raíces olfativas de Madrid, nacidas en los jardines moriscos de Madrid y presentes en su folclore, sus fiestas y su patrimonio. La rosa, heredera de los jardines andalusíes y aún viva en las Rosaledas del Parque del Oeste o el Jardín Botánico, conectan este parque con la memoria sensorial de la ciudad.
Como notas de corazón, la rosa perfuma el espacio con una fragancia suave y vibrante, que invita a redescubrir la magia de lo cotidiano y a celebrar una tradición viva que florece en el corazón de Madrid.
6.-MADERA Y RESINA DE PINO. Conde Duque El perfume del escenario, el de los bailarines
En el pulso de la capital, el edificio Conde Duque transformado en centro cultural— conserva la esencia de su arquitectura robusta y sus patios interiores. Entre sus muros históricos flota ahora un aroma cálido y terroso: el de la madera y la resina de pino. Hoy en día, este olor se asocia a las tablas de madera que conforman los escenarios de Conde Duque y al polvo de resina que pisan los bailarines en cada ensayo y función. Una fragancia que une arquitectura y cuerpo, evocando la energía viva de la danza contemporánea en diálogo con la historia del edificio.
Como nota de fondo envolvente, la madera y la resina se integran en el ambiente, haciendo que cada movimiento, cada sonido y cada respiración del público se fundan con un aroma que celebra lo físico, lo artesanal y lo vivo en el corazón cultural de Madrid.
7.- CUERO. Centro Matadero Esencia de transformación
Inaugurado en 1924 como matadero municipal, el Matadero fue durante décadas un espacio de actividad y transformación en el Madrid industrial, donde la ciudad se moldeaba a través del trabajo cotidiano. Sus naves de ladrillo y acero conservan la memoria de un oficio ligado a la artesanía del curtido, que se extendía hasta la Ribera de Curtidores. Hoy, ese legado vuelve a respirarse en el aire con una fragancia profunda: la del cuero.
El cuero es un aroma cálido y terroso que remite a la fuerza de quienes trabajaban la materia prima con dedicación. En Matadero, este olor evoca no solo su pasado industrial, sino también su capacidad de reinventarse y renovar su identidad cultural y artística. Como nota de fondo intensa y envolvente, el cuero sugiere oficio, resistencia y memoria, dejando una estela profunda que conecta el presente con la huella transformadora de este espacio madrileño.
8.- PERFUME VERANOS DE LA VILLA. Serrería Belga
La ruta culmina en la Serrería Belga, donde se difunde el aroma de Veranos de la Villa, una composición olfativa que reúne todas estas notas en una experiencia multisensorial envolvente creada para la ocasión.
Talleres Olfativos

Se celebrarán cuatro talleres, el 16 y 17 de julio en Serrería Belga, impartidos por Irati Herrero, Directora de Formación de la Academia del Perfume. El taller permitirá catar una selección de notas basada en el registro olfativo de las esencias más simbólicas de Madrid, esencias que han acompañado a La Villa históricamente y que vertebran la exposición de obras de arte.
El taller integrará la narrativa de cada esencia y descripción de sus matices. Partiendo de la efervescencia, acidez y la frescura del limón, presente en las castizas limonadas, a la prominente nota floral y los matices empolvados de la rosa tan presente en las rosaledas de Madrid, el toque especiado y carnal del clavel de las verbenas y el dulce aroma de los caramelos de violeta, así como las notas gourmand del cacao de las típicas chocolaterías, el cuero de los curtidores y un toque amaderado y resinoso que recuerda las tarimas de los espectáculos de los Veranos de la Villa.
Con cada nota, se hará referencia al recorrido olfativo creado para los Veranos de la Villa con una selección de lugares emblemáticos de Madrid en los que los visitantes podrán oler la nota que evoca, terminando en la Serrería Belga con el perfume completo y la exposición.
La Academia del Perfume agradece el trabajo con Veranos de la Villa, Madrid Destino y Ayuntamiento de Madrid, así como la alianza con Fundación Ernesto Ventós para este proyecto que permite que el patrimonio cultural ofativo ocupe un lugar destacado en el arte y la cultura de este verano.
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