Amapola

La amapola, en perfumería, es una flor silente: no tiene aroma propio, no se puede extraer su esencia. Los perfumistas la reinterpretan con imaginación, dándole un olor suave, atalcado y etéreo, como si tradujeran en fragancia su delicadeza simbólica.

Sabías que cada 11 de noviembre varios países conmemoran el Poppy Day o Remembrance Day. Las amapolas florecen en la memoria colectiva como símbolo de recuerdo y esperanza. Este símbolo nació del poema “In Flanders Fields” (1915) escrito por el teniente coronel canadiense John McCrae. En él, las amapolas crecían sobre las tumbas de los soldados en Flandes, un paisaje de destrucción donde esta flor frágil se convirtió en signo de vida, memoria y esperanza. Muchas personas lucen en este día una amapola roja en la solapa como homenaje a los soldados caídos en las guerras.

Con el tiempo, la amapola trascendió su origen bélico para representar la resiliencia y la paz. Es una flor que recuerda el sacrificio, pero también la capacidad de florecer incluso después del dolor.

Una de nuestras Académicas del Perfume, Lola Gavarrón, la ha elegido como la nota simbólica para su sillón de Académica de Mérito.

Y la marca de perfumes Kenzo, la elevó a icono contemporáneo con su célebre Flower by Kenzo, una amapola urbana que no huele a campo, pero sí a poesía.