«Las flores silentes o mudas» con Rosendo Mateu

La segunda píldora del perfume está presentada por Rosendo Mateu, Académico de Número Sillón Vainilla, maestro y gran referente de la perfumería en España.

¿Qué son las flores silentes o mudas? Son aquellas en las que resulta imposible extraer esencia de olor, ya que su rendimiento de extracción es insuficiente o simplemente inexistente.

Esto no solo sucede con flores, sino también con plantas aromáticas y elementos de un olor determinado de los que no se puede extraer su aroma fácilmente. O, a veces, se extrae un olor que no tiene nada que ver y sin interés perfumístico.

Hay olores, como ambientes o el olor marino, que no son fáciles de interpretar, aunque hay ingredientes que ayudan. Lo que el perfumista debe hacer es memorizar bien el olor e intentar reproducirlo con los ingredientes que tiene a su alcance. Es decir, transformar el proceso creativo de intentar imitar un olor que se ha percibido antes.

Esta es una parte interesante del trabajo del perfumista ya que nos permite tener, además de ingredientes naturales, los sintéticos, y así tener bases de plantas y flores que no producen olor.

El muguet (convallaria majalis o lirio de los valles) es un ejemplo de flor silente que en perfumería se usa muchísimo.

Otros ejemplos de flores mudas son el clavel, la lila, el jacinto, la madreselva, la peonía, la violeta, la freesia o la gardenia.

¿Qué son las flores silentes o mudas? Son aquellas en las que resulta imposible extraer esencia de olor, ya que su rendimiento de extracción es insuficiente o simplemente inexistente.

Esto no solo sucede con flores, sino también con plantas aromáticas y elementos de un olor determinado de los que no se puede extraer su aroma fácilmente. O, a veces, se extrae un olor que no tiene nada que ver y sin interés perfumístico.

Hay olores, como ambientes o el olor marino, que no son fáciles de interpretar, aunque hay ingredientes que ayudan. Lo que el perfumista debe hacer es memorizar bien el olor e intentar reproducirlo con los ingredientes que tiene a su alcance. Es decir, transformar el proceso creativo de intentar imitar un olor que se ha percibido antes.

Esta es una parte interesante del trabajo del perfumista ya que nos permite tener, además de ingredientes naturales, los sintéticos, y así tener bases de plantas y flores que no producen olor.

El muguet (convallaria majalis o lirio de los valles) es un ejemplo de flor silente que en perfumería se usa muchísimo.

Otros ejemplos de flores mudas son el clavel, la lila, el jacinto, la madreselva, la peonía, la violeta, la freesia o la gardenia.