Diferencia entre vainilla y vainillina: el descubrimiento de la vainillina

Dulce, cálida, envolvente… todos reconocemos su aroma. Vainilla y vainillina tienen similitudes, pero no todo es igual en ellas. Diferencia Vainilla-Vainillina

La vainilla procede de la Vanilla planifolia, una orquídea originaria de México. Su extracto se obtiene de las vainas, habitualmente mediante solventes, y es una sinfonía compleja de notas balsámicas, especiadas, verdes, animales y amaderadas, ricas y evocadoras. Es una auténtica nota de fondo, fundamental en perfumería para acordes ámbar, gourmand, florales opulentos o atabacados.

La vainillina (C?H?O?) es uno de los compuestos químicos responsables del característico aroma de la vainilla. Su forma en cristales blancos tiene un olor dulce y cálido, pero con menos matices que la vainilla, podríamos decir que es más plano. Originalmente los cristales de la vainillina fueron aislados de la planta en 1858, pero su historia cambió en 1874, cuando los químicos Tiemann y Haarmann lograron sintetizarla por primera vez. Este hito dio paso a su producción industrial, a partir de la lignina y del guaiacol. Hoy en día también se sintetiza mediante procesos biotecnológicos con bacterias y hongos.

La llegada de la vainillina revolucionó la creación olfativa. Ya en 1889 Guerlain la inmortalizó en Jicky, el primer perfume que la incorporó como molécula de síntesis, y en 1925 en el icónico Shalimar, que este año celebra su centenario. Desde entonces, la vainillina se ha convertido en un elemento clave para la perfumería.

Y, si quieres saber más sobre las moléculas de síntesis que marcaron un hito, consulta la píldora de Agustí Vidal, Académico de Número Sillón Magnolia.