¿Sabías que los polvos perfumados se crearon en el siglo XVII para la concubina favorita del emperador?
Así es, en la Dinastía Ming bajo el mandato del Emperador Chongzhen, fue Dai Chun Lin el pionero en fabricar los primeros polvos faciales perfumados del mundo, elaborados en exclusiva son este fin. Tuvieron tanto éxito que este se convirtió por decreto del emperador en el primer proveedor de productos de belleza de la corte imperial.
¿Cómo eran estos polvos perfumados? El secreto de belleza de las mujeres se caracterizaba por lucir un rostro perfecto efecto “piel de porcelana”, luminoso, uniforme y libre de imperfecciones, que conseguían con los polvos ligeros, rosados o blanquecinos y su olor era una profunda y aromática eclosión de flores frescas.
La cosmética es fundamental en la historia de China, cuya cultura consideraba el maquillaje y el aspecto físico como signo de higiene, pureza y estatus social.
¿Sabías que ya en el 3.000 a.C., los chinos combinaban distintos productos para producir esmaltes y lacas de uñas? Para el cuidado de cuerpo y rostro, las mujeres empleaban cremas elaboradas con aceites esenciales de frutas, plantas y hierbas, como la lágrima de Job o el haba verde, y los combinaban con el perfume de flores, maderas de sándalo, cera de abejas y polvo de perlas.