La Mimosa o Acacia Dealbata es una flor originaria de Australia y Tasmania que florece a finales de invierno y principios de primavera. Fue el explorador James Cook quien en el siglo XIX la llevó a Francia.

Durante el mes de febrero y hasta finales de marzo millones de mimosas invaden con su perfume las colinas y valles de la Costa Azul (Côte d’Azur). El azul del mar y el amarillo de las mimosas crean un paisaje único cubriendo de luz la región.

La Ruta de la Mimosa se trata de un itinerario de 130 kilómetros que discurre entre Bormes-Les-Mimosas y Grasse. Con motivo de la floración de la Mimosa se realizan diversas fiestas en las que se celebran desfiles floridos de carrozas decoradas con mimosas y otras flores junto con actividades que se convierten en todo un acontecimiento en torno a esta planta.

En la perfumería actual, la mimosa se utiliza por sus notas algodonadas, esponjosas, dulces y delicadas con un toque verde, amielado y cálido.

Su nombre en inglés significa “no me toques”. Esto se debe a que sus hojas se cierran durante breves segundos ante el más mínimo contacto. También es una fuente de coloración natural pues esta flor contiene pigmentos naturales que pueden extraerse y utilizarse como colorantes para teñir telas y fibras.