El Litchi chinensis, conocido como lichi, crece en un árbol exótico de la familia de las sapindáceas. Es originario del corazón tropical del sur de China.

En perfumería, el lichi despliega un olor a bouquet afrutado, verde y floral, con matices que evocan el frescor del geranio y la suavidad envolvente de la rosa.

Al no ser posible extraer su aceite esencial, las notas de lichi se recrean por síntesis. Una molécula que puede ayudar a recrearlo es el óxido de cis-rosa, cuyo olor recuerda al lichi y que también se puede encontrar en la naturaleza en rosas y geranios. El óxido de rosa se puede sintetizar desde el citronellol.

Aunque pertenece al mundo de lo comestible, su carácter olfativo ha encontrado un lugar interesante en la paleta de los perfumistas, que lo utilizan para dinamizar y refrescar acordes florales y frutales.