Se presenta el libro “El perfume en España», de Clara Buedo, en la sede de la Academia del Perfume

Presentación Clara Buedo La sede de la Academia del Perfume y de Stanpa albergó ayer, 1 de julio, la presentación de “El perfume en España”(Ed. Catarata), el segundo libro de Clara Buedo, periodista de belleza e investigadora especializada en cultura olfativa, apasionada del perfume. Esta obra da continuidad a su reconocido primer título, “Historia del Perfume. Relatos olfativos del pasado” (2024), donde propuso un enfoque novedoso que combinaba investigación histórica con narración sensorial.

“El perfume en España” se remonta a Tartessos y abarca hasta la Barcelona contemporánea, planteando interesantes descubrimientos y teorías sobre la historia del perfume en Europa, donde España habría sido precursora de muchos más hitos de los que se le han atribuido hasta la fecha. Así lo destaca también en el prólogo el maestro perfumista de cuarta generación Ramón Monegal, Académico del Perfume Sillón Iris de Florencia: “Me ha encantado escuchar de Clara anécdotas o teorías bien fundadas, como que el perfume en Europa se gestó en la España andalusí, no en Italia; así como que las primeras aguas aromáticas alcohólicas o los primeros guantes de piel perfumados surgieron en al-Ándalus, cuna de su final manufactura, no en Francia. ¡Casi nada!”

Clara Buedo, estuvo acompañada de Ramón Monegal, que viajó desde Barcelona para participar en el acto, más allá de como autor del prólogo, como voz reconocida de una de las sagas de perfumistas que han marcado la historia del perfume en España y que lo han hecho viajar por todo el mundo. La periodista Karelia Vázquez, aficionada al perfume y coleccionista de ellos, fue la moderadora de la conversación. Entre los tres ofrecieron una reflexión en profundidad sobre el perfume como expresión de identidad, memoria sensorial y manifestación artística a lo largo de los siglos.

La presentación reunió a profesionales del sector, académicos, periodistas y amantes del perfume, en un espacio que propició la conversación y el intercambio de ideas. Fue una ocasión especial para celebrar la historia compartida que nos conecta con las esencias, las materias primas y las tradiciones que siguen dando forma a la identidad olfativa de España.

Firma Libros

Con este ensayo la periodista Clara Buedo insiste en demostrar que España, siempre ha sido una nación bellamente perfumada. Un país donde el “buen olor”, siempre ha tenido vigencia. Desde sus primitivos ritos sagrados, con divinidades matriarcales de pechos perforados de los que manaban ricos ungüentos aromáticos de terebinto y ládano; hasta forjar una fértil industria perfumera en el noreste peninsular. De Tartessos a Barcelona. Una ruta fragante que no da tregua en ninguna etapa histórica. Patria mestiza donde las tradiciones greco-romanas se acomodaron y las árabes se afianzaron. Al-Ándalus, sin duda, supuso el germen de la perfumería moderna de Europa. De Castilla, cum laude en el uso de alambiques y alquitaras, salieron los recetarios que perfumaron buena parte de las cortes medievales y renacentistas europeas (Francia e Italia incluidas). Aguas olorosas, ignotas, que permutaban el clásico óleo por bases alcohólicas inéditas hasta el momento. Incluso encontramos una nueva funcionalidad al perfume: el que “se come”, finos confites aromáticos de ámbar, huevo, azúcar y almizcle, con esencias de rosa, azahar o anís; delicatessen de las dinastías regias y medicina para contrarrestar el aliento “letrinero”, que diría Quevedo. Tierra de guantes ambarados, de finas pieles de calidad insuperable y adobos que exaltaban el apetito de lujo de la nobilitas. Beneficiaria de la exuberante botánica tropical de la hermana Sudamérica y las especias de las exóticas Filipinas. Pero, sobre todo, comarca de rica materia aromática: azahar, ládano, anís, ciprés, enebro, espliego, lavanda, cítricos, tomillo, romero, rosa, salvia, hisopo, laurel, manzanilla, pináceas… Agraciada con varios climas, azotada por el Cantábrico, rozada por el Atlántico y besada por el Mediterráneo, la verdadera esencia de este país que siempre olerá a “colonia”.

Tras la presentación hubo un tiempo para firma de libros.