Se comenzó a utilizar para “purificar” el ambiente de la catedral pues los peregrinos pasaban allí la noche y era necesario para limpiar el ambiente. Las dimensiones del espacio obligaron a utilizar un gran artilugio para que el olor del incienso llegase a todos los rincones. ¿Sabías que botafumeiro quiere decir “esparcidor de humo” en gallego?