¿Has escuchado el término “tulipomanía?
Te contamos una interesante historia de siglos atrás. Los tulipanes se introdujeron en Europa en el siglo XVII desde Turquía, donde se consideraba una flor sagrada. Los precios de sus bulbos subieron mucho, convirtiéndose en un símbolo de estatus y riqueza, un artículo de lujo, sobre todo en Holanda.
Como los tulipanes eran nuevos en la zona, su demanda creció y los precios se dispararon. La especulación se aceleró cuando se descubrió que podían producir flores de diferentes colores y patrones, y los comerciantes comenzaron a comprar y vender bulbos de tulipán como si fueran acciones. Los precios alcanzaron su máximo en 1637, las partidas de tulipanes podían llegar a costar más incluso que una casa, hasta que se produjo la tulipomanía o crisis de los tulipanes. El boom había llevado a una especie de burbuja económica y, después de alcanzar su punto máximo, se derrumbó en el mismo año.
La tulipomanía es considerada como uno de los primeros casos de burbuja especulativa de la historia y ha sido objeto de numerosos estudios y análisis económicos.
Hoy en día, los tulipanes siguen siendo un símbolo de Holanda y una flor muy apreciada por su belleza, singularidad y variedad de colores.