Té verde
Camellia sinensis
El té verde o camellia sinensis pertenece a la familia de las camelias, como su nombre indica. Sri Lanka, China, India, Japón, Kenia o Nepal son los lugares en los que suele florecer debido a su clima: cálido y húmedo.
El té verde es una nota ligeramente dulce, fresca, aromática y verde con un fondo de hierba seca o tabaco. A menudo puede recordar a la salvia. Se trata también de una nota refrescante y herbácea, esta resulta más ligera que la nota de té negro, que tiene dimensiones más ahumadas y amaderadas.
Comparado con los tés blancos, rojos o negros, el verde tiene niveles de oxidación más bajos ya que durante su procesamiento las hojas se secan y después se aplica calor para detener el proceso de oxidación. Gracias a e este proceso, sus hojas tienen ese color verde.
Existen diferentes versiones sobre su descubrimiento: se dice que la provincia china de Yunnan es el hogar original de la especie de planta Camellia Sinensis, de hecho, allí pueden encontrar 260 variedades diferentes de té. Otra leyenda lo relacionan con el emperador de China, Shennong, quien mientras calentaba agua se quedó dormido y unas hojas frescas de té cayeron en su agua.
En perfumería, existe como ingrediente natural el extracto de CO2 y el absoluto de té verde, pero es más habitual encontrar bases que recrean las notas del té verde a partir de la combinación de esencias y moléculas de síntesis.
Si quieres ahondar en el té y sus tradiciones te recomendamos la siguiente lectura: “El libro del té”, de Kakuzo Okakura.