El olor a lluvia o tierra mojada es uno de los olores más agradables y evocadores que nos ofrece la naturaleza, especialmente, después de algunos meses de sequía, como pueden ser los meses de verano, cuando caen las primeras gotas de lluvia, impregnando la atmósfera de un fragante olor.

El olor a tierra mojada se debe a una molécula conocida como geosmina, palabra de origen griego que significa aroma (smina) a tierra (geo). Se trata de una molécula producida por bacterias del género Streptomyces junto con otras cianobacterias y distintos hongos que viven en el suelo y que se activan cuando la lluvia humedece la tierra.

Con las precipitaciones, sus esporas se propagan y permanecen suspendidas en el ambiente, dando lugar a ese penetrante y embriagante olor a tierra mojada tan característico de los meses más lluviosos del año.

Como curiosidad, se cree que esta molécula está implicada en la supervivencia de los camellos en la aridez de los desiertos, ya que, al percibir estos su olor, pueden tener la certeza de que podrán encontrar agua en un lugar cercano.