El 15 de mayo se celebra el día de San Isidro Labrador en Madrid y se rescatan coloridas tradiciones, como el desfile de gigantes y cabezudos, la romería al santuario de San Isidro, las verbenas, conciertos y reuniones en la Pradera y las Vistillas.

Chulapas y chulapos salen a la calle a festejar y bailar luciendo sus vistosos trajes, todo un símbolo en la cultura y tradición madrileña. Las mujeres visten una falda larga con volantes, una blusa con mangas abullonadas, un pañuelo en la cabeza y una mantilla. Y no pueden faltar los claveles, rematando la vestimenta.

¿Sabes el clavel tenía un lenguaje propio entre chulapos y chulapas? Dos claveles rojos indicaban que la mujer esta? casada; dos claveles blancos que esta? soltera y la comprometida, uno rojo y otro blanco. Sólo las viudas llevan tres: dos rojos y uno blanco. Y, recordando la historia del clavel en el perfume, no podemos olvidar la popular fragancia “La Maja” de Myrurgia la fragancia que triunfaba en los años 20.

Si nos remontamos a la procedencia de los chulapos, en el siglo XVIII había una tendencia del “majismo” un gran grupo social de los Majos, que se fue disgregando en tres: los Chulapos y Chulapas, ellas eran la típicas planchadores de las Cavas, modistas, fruteras, floristas, cigarreras y lavanderas, de carácter alegre; los Manolos y Manolas, relacionados con la curtiduría repartidos en Lavapiés y zona sur de Madrid, y los Chisperos y Chisperas, relacionados con las chispas de la fragua, ubicados en Barquillo y zona norte de Madrid. Además, continuo? una versión de los Majos, los profesionales como carpinteros, zapateros y comerciantes de las Maravillas y Malasaña.

De todos ellos, ha trascendido el término de los chulapos como el genérico de estos madrileños castizos que se divierten al son del organillo con limonada, rosquillas tontas, listas, bailando un chotis en una fiesta llena de elementos y esencias propias.