El enflorado o enfleurage, una técnica milenaria

El enflorado o enfleurage es una técnica tradicional y artesanal para la extracción del olor de las flores en su máxima plenitud. Consiste en extender una capa de flores o plantas entre dos capas de materia grasa. Las flores se van renovando hasta que la grasa está saturada del olor. Se elimina entonces el excedente graso, obteniendo una esencia absoluta, un aceite esencial de gran calidad olfativa.

El exceso de manteca aromática a veces se usa en cosmética y productos del hogar perfumados otra posibilidad de reusar es emplearla con mezcla de alcohol para crear soluciones perfumadas o un absoluto más concentrado.

Hoy en día este proceso apenas se usa porque es muy laborioso (dura unos tres días), se reserva para casos especiales y muy frágiles que no soportan el calor de la destilación, como el jazmín, la rosa, la flor de naranjo o nardo. La clave está en que la flor sea muy fragante, que siga desprendiendo olor después de cortarse y que florezca al menos durante un mes para permitir hacer varias recargas, cambiando las flores cada 24 o 48 horas.

Antiguamente solía usarse manteca de origen animal, que ha ido siendo sustituida en la actualidad por otras grasas de origen vegetal como manteca de karité o aceite de coco desodorizados.