La isla de Socotra es una de las más aisladas del planeta. Situada en Yemen, Océano Índico, es una fuente de biodiversidad extraordinaria: más de un tercio de sus 800 especies de plantas son endémicas, puesto que no es posible encontrarlas en otro lugar del mundo. Declarada Patrimonio de la Humanidad, uno de los ejemplares más curiosos de la isla es el Dracaena cinnabari, un árbol con forma de sombrilla conocido como el árbol Sangre de Dragón por su llamativa savia roja, un pigmento utilizado por los pintores del Renacimiento.

El árbol Sangre de Dragón

La isla de Socotra es una de las más aisladas del planeta. Situada en Yemen, Océano Índico, es una fuente de biodiversidad extraordinaria: más de un tercio de sus 800 especies de plantas son endémicas, puesto que no es posible encontrarlas en otro lugar del mundo. Declarada Patrimonio de la Humanidad, uno de los ejemplares más curiosos de la isla es el Dracaena cinnabari, un árbol con forma de sombrilla conocido como el árbol Sangre de Dragón por su llamativa savia roja, un pigmento utilizado por los pintores del Renacimiento.

La isla de Socotra es una de las más aisladas del planeta. Situada en Yemen, Océano Índico, es una fuente de biodiversidad extraordinaria: más de un tercio de sus 800 especies de plantas son endémicas, puesto que no es posible encontrarlas en otro lugar del mundo. Declarada Patrimonio de la Humanidad, uno de los ejemplares más curiosos de la isla es el Dracaena cinnabari, un árbol con forma de sombrilla conocido como el árbol Sangre de Dragón por su llamativa savia roja, un pigmento utilizado por los pintores del Renacimiento.

La isla de Socotra es una de las más aisladas del planeta. Situada en Yemen, Océano Índico, es una fuente de biodiversidad extraordinaria: más de un tercio de sus 800 especies de plantas son endémicas, puesto que no es posible encontrarlas en otro lugar del mundo. Declarada Patrimonio de la Humanidad, uno de los ejemplares más curiosos de la isla es el Dracaena cinnabari, un árbol con forma de sombrilla conocido como el árbol Sangre de Dragón por su llamativa savia roja, un pigmento utilizado por los pintores del Renacimiento.