Va mucho más allá de perder el placer sensorial de olor y gusto, las personas que lo sufren hablan del vacío que supone no reconocer el olor de tu hogar, de los espacios que frecuentas y de las cosas más cotidianas.
Es la sensación de miedo y peligro por no reconocer situaciones en las que las que el olfato nos alerta, si un alimento está en mal estado, si se está quemando al cocinar… todo eso en lo que uno no repara hasta que lo pierde.
Nos sumamos a la hora de concienciar sobre la importancia de este sentido en nuestras vidas y te animamos a que conozcas la labor y las reivindicaciones de la Asociación Española de Anosmia.
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